Cuando ya hemos dedicado más que suficiente tiempo a pensar en la educación… toca repensar. O al menos es lo que opina la Comisión Europea, que el pasado noviembre presentó la nueva estrategia “Rethinking Education”; es decir, Repensar la Educación. Cuando la tasa de desempleo juvenil se acerca al 25 % en toda la Unión Europea (y al 50% en España). Y la educación seguro que tiene algo que decir en todo ello.
Para empezar, la calidad de la educación y la mejora de las capacidades de los jóvenes es fundamental para el éxito de la propia Unión Europea. La Comisión afirma que, según las previsiones en 2020, más de un tercio de los puestos de trabajo de la UE exigirán cualificaciones de alto nivel, y solo el 18 % de los puestos de trabajo serán de baja cualificación.
También según los datos de la comisión, actualmente 73 millones de europeos (el 25 % de los adultos), presentan un bajo nivel educativo. El abandono escolar prematuro sigue teniendo niveles inaceptables en varios Estados miembros, particularmente España.
Por ello la Comisión considera que Europa “necesita replantearse de forma radical cómo los sistemas de educación y formación pueden proporcionar las capacidades que necesita el mercado de trabajo”. Este reto se hace todavía más complejo en un contexto de recesión y austeridad con recortes en todos los ámbitos, incluido el educativo. Es decir, un reto mucho más difícil de afrontar en países como España y en general el sur de Europa.
Europa ha perdido el tren del crecimiento económico. Esto es un hecho, pero la Comisión cree que sólo puede solucionarse «formando a personas muy cualificadas y versátiles que puedan contribuir a la innovación y el emprendimiento (…) no alcanzaremos nuestros objetivos reduciendo los presupuestos educativos».
Las sugerencias formuladas en “Replantear la Educación” se basan en principios como:
- La educación es parte de la solución para superar el impacto de la crisis, pero solamente si la inversión se realiza de forma eficiente. Los “retornos” de la educación y la formación son evidentes, tanto económicos como no económicos y tanto para el individuo como para la sociedad. Dicho de otra forma, no basta con gastar, hay que analizar muy bien cómo se gasta.
- Es urgente realizar esfuerzos para combatir el abandono temprano en la escuela.
- Se debe afrontar la existencia de desigualdades en la consecución de habilidades básicas en los estudiantes. Es preocupante que muchos jóvenes no consiguen tener unas competencias básicas en lectura, matemáticas y ciencias.
- Establecimiento de un nuevo marco para competencias lingüísticas que conduzca a una enseñanza de idiomas que obtenga resultados más eficaces que hasta ahora.
- Introducir las nuevas tecnologías y los Recursos Educativos Abiertos (REA) en la educación.
- Se debe priorizar la formación en el “emprendimiento”.
- La participación en formación de adultos se está estancando y se debe afrontar de forma urgente para conseguir que la formación a lo largo de toda la vida sea una realidad.
- Se debe realizar un esfuerzo importante para alcanzar el marco de empleo establecido para 2020. La tasa de empleo de los que tienen educación superior es más de un 10% superior a la de aquellos que solamente tienen educación secundaria.
«No alcanzaremos nuestros objetivos reduciendo los presupuestos educativos»
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